
El cabello que se quema no duele igual que la piel, pero siempre se afecta con las fuentes de calor como: el agua caliente, el sol, la calefacción, secadora, plancha, etc. Que degradan los aceites esenciales del cabello y generan perdida de agua interna, cabello opaco, seco, quebradizo, con frizz y sin control.
Anque unas herramientas térmicas pueden afectar más rápido el cabello de otras, siempre el calor directo altera la estructura capilar. Se cree que después de:
60°C se dañan las cutículas externas.
130°C las proteínas se empiezan a degradar.
240°C la queratina se desnaturaliza.
Nunca planches tu cabello cuando está mojado, ni seques el cabello empapado esto puede ocasionar que el agua dentro del pelo se convierte en vapor caliente, lo hinche y el pelo termine por romperse «bubble hair».
Cada cabello está recubierto por una capa de sebo muy fina (F18-MEA) que da brillo y protección frente agentes que dañan la estructura capilar, pero el uso de calor frecuente elimina esta capa de la superficie y altera las cutículas.

