
Hay diferentes factores que pueden provocarnos dolor en el cuero cabelludo. Algunos de ellos pueden ser infecciones, dolor de cabeza, estrés, problemas en la piel o la caída del cabello, entre otros.
La mayor parte de las enfermedades de este tipo se engloban en las denominadas alopecias cicatrizales. Aunque lo que provoca esta enfermedad y su desarrollo es diferente en cada caso, el resultado final suele ser muy similar: aparece una costra o placa de piel enferma en el cuero cabelludo y provoca la caída del cabello en esa área. Además, estos trastornos serán responsables de que el cuero cabelludo se vuelva más sensible.
A continuación expondremos algunas de las enfermedades de la piel más comunes que tienen un efecto negativo en la piel de nuestra cabeza.
¿Por qué duele el cuero cabelludo?
Como especialistas en soluciones de todo tipo de problemas de pelo y vello, recibimos a diario la visita de muchas personas que están preocupadas por situaciones indeseadas o enfermedades relacionadas con el cuero cabelludo, por si estas pudieran pueden afectar a su cabello o producirles alopecia. Hemos de decir que, por regla general, siempre y cuando no se ataque al folículo piloso los efectos pueden ser reversibles. Aun así, en la mayoría de los casos no hay vuelta atrás incluso aunque se cure la enfermedad.En el cuero cabelludo, y más concretamente en las raíces de los folículos pilosos, podemos encontrar multitud de terminaciones nerviosas. Es el encargado de proteger nuestra cabeza y puede verse afectado con más facilidad de la que podamos imaginar.
De hecho, además de las enfermedades que citaremos más adelante, existen otros factores muy simples y cotidianos que pueden provocar dolor, como hacernos una coleta, un moño, una trenza o cualquier otro tipo de peinado que tire del pelo. Utilizar champús muy agresivos o cascos también puede hacer que sintamos molestias o dolor en la zona superior de la cabeza.
¿Qué enfermedades desencadenan este dolor?Tener sensible esta zona de la cabeza es sinónimo de sentir picores e irritación. Debemos saber que utilizar productos de higiene que sean muy agresivos, el estrés y la contaminación son factores que fomentan dicha sensibilidad.
A pesar de ello, no hay que perder de vista enfermedades tan habituales como la dermatitis u otras infecciones, que pueden agravar la situación y provocar dolores importantes.Veamos qué tipo de trastornos serán responsables de desencadenar esta dolencia en la parte superior de la cabeza y cómo podemos actuar para combatirlo.
Dermatitis seborreica
Junto con la alopecia androgenética, la dermatitis seborreica es una de las causas más extendidas de la caída del cabello. Es una enfermedad que cursa con una inflamación crónica de la piel caracterizada por una serie de síntomas como comezón, enrojecimiento o descamación de la piel. Además, alterna ciclos de exacerbación y de remisión y suele acompañarse de la aparición de ampollas y caspa.Una de las causas de su aparición es la sobreproducción de grasa en la cabeza, que se acumula y asfixia a los folículos pilosos hasta tal punto que dejan de producir cabello nuevo. Como consecuencia, aparece una costra de color rojizo que cursa con picores e infección, por lo que el pelo no vuelve a crecer.
En un principio, una persona puede pensar que es un problema de caspa, pero un tratamiento que no sea el adecuado lo exacerbará.Otras de las causas que pueden provocar un trastorno de estas características son el contacto con metales, cosméticos, champús, ciertos procedimientos estéticos o el agua y la contaminación.
Por todo ello, lo más adecuado es acudir a un profesional para que pueda realizar un examen dermatológico capilar y determinar cuál es el origen de nuestra dermatitis y el tratamiento más adecuado.
Por lo general, esta enfermedad se trata con champús que tengan entre sus ingredientes ketoconazol, piritionato de zinc o ácido salicílico y tanto con pomadas como con soluciones o ungüentos de uso tópico que tengan corticoides en su composición.